El síndrome del intestino permeable es una afección digestiva que afecta el revestimiento de los intestinos. En el síndrome del intestino permeable, los vacíos en las paredes intestinales permiten que las bacterias y otras toxinas pasen al torrente sanguíneo.
El tracto gastrointestinal (GI) es un tubo de órganos conectados que va desde la boca hasta el ano. Los órganos del tracto gastrointestinal incluyen:
- el esófago
- el estómago
- los intestinos grueso y delgado
Las enzimas digestivas en el estómago y el intestino delgado descomponen los nutrientes de los alimentos y bebidas en moléculas más pequeñas que el cuerpo utiliza para energía, crecimiento y reparación.
Los intestinos también juegan un papel esencial en la protección del cuerpo contra bacterias y toxinas dañinas.
Las aberturas tensas en las paredes intestinales permiten que el agua y los nutrientes pasen a través del torrente sanguíneo mientras que mantienen las sustancias dañinas dentro. En el síndrome del intestino permeable, estas aberturas se ensanchan, lo que permite que las partículas de alimentos, bacterias y toxinas entren directamente en el torrente sanguíneo.
Síntomas
El intestino permeable comparte muchos de sus síntomas con otras afecciones médicas. Esto puede hacer que los médicos tengan dificultad para identificar esta afección.
El intestino permeable puede causar o contribuir a los siguientes síntomas:
- diarrea crónica, estreñimiento o hinchazón
- deficiencias nutricionales
- fatiga
- dolores de cabeza
- confusión
- dificultad para concentrarse
- problemas de la piel, como acné, erupciones cutáneas o eczema
- dolor de las articulaciones
- inflamación generalizada
¿Cuáles son las causas del Síndrome del Intestino Permeable?
Como sociedad, nos cuesta aceptar que la mayoría de las dolencias que nos aquejan no son genéticas. Por el contrario, la mayoría están causadas por factores tales como nuestros hábitos alimentarios y nuestro estilo de vida. Es por ello que el origen de la permeabilidad intestinal aumentada se debate extensamente en la comunidad médica.
Sin embargo existe consenso en que los siguientes factores contribuyen de manera importante:
Alimentación: El gluten es el principal responsable del intestino permeable. Además, el consumo de grandes cantidades de azúcares refinados, comidas procesadas, conservantes, saborizantes y harinas refinadas introduce gran cantidad de sustancias que el cuerpo reconoce como toxinas. Dado que al cuerpo le cuesta mantenerse al día, estas toxinas acaban causando inflamación.
Infecciones: Las infecciones más comunes son la candidiasis, parásitos intestinales, H. Pylori y el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO).
Estrés crónico: El estrés crónico casi siempre da como resultado un sistema inmunológico deficiente. Éste no puede con su trabajo habitual y se ve sobrepasado con patógenos. Y, como resultado, se acrecenta la inflamación intestinal. Es decir, el preámbulo de la permeabilidad aumentada de la barrera intestinal.
Inflamación: Cualquier tipo de inflamación en el tracto digestivo puede dar como resultado un intestino “agujereado”. Esto puede ser causado por una hipoclorhidria (carencia de ácido clorhídrico en el estómago) que permite que pase comida sin digerir al intestino delgado. Así como por candidiasis intestinal, sobrecrecimiento bacteriano, infección, parásitos o exceso de toxinas ambientales.
Toxinas: En forma de medicamentos como antiácidos, AINES, antibióticos y esteroides. También pueden presentarse en forma de toxinas medioambientales. Por ejemplo, los pesticidas, el mercurio y el Bisfenol A en plásticos y latas de conservas.
Ciertos cambios en la dieta y el estilo de vida pueden ayudar a las personas a mejorar su salud intestinal. Esto, a su vez, puede aliviar los síntomas del intestino permeable.
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